Sobre el treball amb fonts: consideracions des del taller sobre la història de l'educació = About working with sources: reflections from the historian of education's workplace

Autores/as

  • Marc Depaepe
  • Frank Simon

Resumen

En este artículo entramos en el taller de historia y de historiador de la educación. Reflexionando sobre su propia producción de «historias» de la educación, los dos autores observan que las ventajas de metodología de la utilización de fuentes orales, autobiografías, estadísticas, fotografías, películas, fuentes materiales, etc. fueron exageradas por el entusiasmo excesivo (el impulso del «descubrimiento») de investigadores por trabajar con estas llamadas nuevas fuentes. Desarrollan la tesis de que no existe una única fuente privilegiada para la investigación histórica en pedagogía, y que una historia de la educación debidamente matizada y contextualizada se basa en cualquier caso en una combinación de todo tipo de materiales de fuentes. Pero la investigación histórica es más que una búsqueda de la fuente «definitiva»: un historiador que permanece prisionero de sus fuentes produce trabajos que son forzosamente muy descriptivos e incluyen explicaciones «desde las fuentes»; no es la fuente lo que se encuentra en el inicio de la operación historiográfica sino el/los interrogante/es que se plantean en la investigación y son estos interrogantes los decisivos para la utilización de las fuentes, incluidas fuentes convencionales como las revistas pedagógicas, marcadas por los autores como la madre de todas las fuentes. Además, la respuesta a los interrogantes de la investigación no depende únicamente ni tampoco principalmente de las fuentes utilizadas, sino de la interpretación que se hace del pasado en base a estas fuentes. Y esto ocurre mediante un completo arsenal de instrumentos: conceptos, teorías, paradigmas y demás. No hay ninguna fuente definitiva, como tampoco existe ninguna interpretación o explicación definitiva. Desde esta perspectiva el posicionamiento iconofóbico que se ha atribuido a los autores no tiene, por lo tanto, apenas fundamento. Iconófobos o iconófilos, poco importa, mientras los resultados de la investigación sean válidos.

Publicado

2010-07-05

Número

Sección

Fotografía e historia de la educación