Històries de l’educació i el «diàleg inacabable»: un relat reflexiu de la pràctica històrica del segle XXI

Resumen

«La historia consiste en un corpus de hechos constatados. Los hechos están a disposición del historiador en documentos, inscripciones, etc., como los peces en la losa de la pescadería. El historiador los recoge, los lleva a casa y cocina y les sirve con el estilo que le guste»
Así respondió E. H. Carr a «¿Qué es la historia?» hace unos sesenta años. Carr reconoció que la historia era “un diálogo interminable entre el pasado y el presente”. Es el papel de los historiadores preguntar, cuestionar, reunir e interpretar pruebas y reunir los hechos correspondientes. En definitiva, el pasado es el pasado y la historia la hacen en el presente los historiadores. Si todas las historias se construyen en el presente, no debería sorprender que cada nueva generación de historiadores se plantee nuevas preguntas sobre el pasado. Estas nuevas preguntas se alinean con las distintas formas de la historia (económica, social, cultural, educativa, sensorial, poscolonial, pública, reparadora, etc.) que conforman la empresa histórica colectiva. Cómo se explica la historia y los procesos reflexivos de hacer historia son fundamentales para el “diálogo interminable”. El presente artículo utilizará un estudio de caso para explorar el “diálogo inacabable” documentando la práctica histórica desde una perspectiva intelectual, institucional y geográfica particular y reflexionando sobre las formas de conocer, las conexiones, las relaciones y las redes de investigación asociadas y los productos de la investigación. En el proceso abordará las historias de la educación en el pasado y en el presente e identificará posibles historias de futuros educativos.